No estoy, no soy nada, nadie. La sombra de un viejo recuerdo, de una vieja felicidad que el reloj marchitó. El funeral se prepara. Tus grandes ojos sobre el mundo, y zeus tratando de atrapar a aquella hermosa dama, se ha convertido en cisne, ¿acaso pretende volar y abandonar por lo que se sacrificó?. Me duele la cabeza, y esas palpitaciones en mi cerebelo me matan ¡quiere gritar! me derrumba, me estresa ¡No puedo! quiero arrancarme los ojos, no ver más, sangre, terciopelo guinda que adorna mi cara, la acaricia, y resbala hasta la lengua de satán.
No estoy, no soy nada, nadie. Padre de las profundidades, de la casas subterráneas, han intentado arrebatarme de entre tus manos, llevándome hasta la luz, por un momento fue agradable, pero después mi piel empezó a arder, comezón.
la mierda manda, quiere ser vomitada...
... Soy el fantasma del ayer, madre.
un poema en imágenes & more stuff
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